viernes, julio 09, 2010

UNA DECEPCIÓN TRAS OTRA

Me aferro inexorablemente a cualquier objetivo vano y ridículo. Hasta éstos me traicionan. No salen como había esperado. Los estudios comparten mi vida día a día tras el fracaso humano. Sí, sí el fracaso humano. Uno tras otro. ¡Cómo he podido ser tan tonto!!Cómo he podido ser tan piscis!!Cómo he podido ser tan humano en un mundo tan inhumano!.
Es cierto que me considero un ser de otro tiempo, los años han pasado muy mal por mis carnes. Me he convertido en un ser de otra época, tan desfasado en ideas como en ideales. Porque hoy prima el egoísmo. Nada más que el terrible egoísmo. Cualquiera que se acerca es para pedir algo, sacar algo, extraer algo: ya sea humanidad, dinero, provecho, tiempo. Las calles están llenas de vampiros de tiempo, seres espectrales ardientes de egoísmo demasiado listos y meticulosos para un “demodé” como Fabio.
Mentiras y más mentiras reinan en el exterior. Nadie ni nada cuenta una verdad ni a tiros. No interesa. No repercute ningún bien. Más bien mucho mal. Frases para el recuerdo dominan el espacio que habito. “Sería capaz de dar un riñón por ti”(no me invitan a tomar un café, como demonios ser puede pensar que me vaya a dar un riñón).
Los más ávidos e inteligentes son capaces de invitarte a un café, eso sí bajo sospecha. Ese café suele ser una bomba lapa adosada a tu renault clio metalizado. A través de esa invitación la valentía y la cara dura les lleva a pedirte mil veces el favor regalado. “yo te he invitado a tomar un café, eres mi amigo del alma, tienes que dejarme vivir en tu casa sine die”. Hay otros que son capaces de llegar incluso más lejos. Tanto que nos asombraría cuán clasificación de la selección española para una final de mundial. Pueden llegar a ser los más dañinos, parásitos chupasangre que merecen ser aplastados. Éstos son capaces de prometerte amor eterno, sonriendo, abrazando un cuerpo caliente( ¿beso de Judas?) desnudo y ayudados por la inestimable circunstancia del momento vivido, háblese coito, háblese momento de debilidad sentimental, clavarte un puñal hasta los más interiores profundidades del alma.
Preferentemente sucede en pareja, en la cama, dónde uno se muestra más sensible. Susurros de almohada. Empiezo quedándome en tu casa el fin de semana, después encuentro un trabajo cerca de tu hogar y me viene mal ir y volver cada día. Más tarde, y con los galones en la solapa de teniente-coronel, empieza en run-run sobre el piso. No me gusta, tiene pocas habitaciones, mala comunicación, los vecinos hacen mucho ruido, hay un E.T. en el portal de al lado o cualquier excusa factible y digna de mencionar( esto mismo no lo pensó cuando se mudó contigo). Tras amasar bien el pan, solo queda darle la vuelta y hornearlo a buena temperatura. He visto una casa enfrente con vistas al patio maravillosas. No obstante, el objetivo prioritario es cambiar las escrituras de nombre. De uno a dos las cosas se ven mejor.
Más tarde la relación se rompe, te das cuenta que tu pareja es una chupasangre, te percatas que tu íntimo amigo era solo de un solo recorrido, del tuyo. Al final, y solo al final, lo único que te toca escuchar es: “ YO NO TE PEDÍ NADA”, lo que me has dado ha sido por tu cuenta y riesgo. Y con cara de tonto y gilipollas a la enésima potencia te quedas plantado en la puta calle, sin novia, sin amigo y lo peor sin piso. Destrozado, atontado y sin un duro en tu cuenta corriente. Ellos hubiesen dado todo por ti, pero acaban por no darte ni las gracias. ¡jodido desagradecido, Fabio! Y todo por que el hecho de dar se había convertido en un deber, Fabio soluciona-problemas es un jodido ingrato, nunca le pedí nada, y ahora me deja tirado como una carretilla vieja cuando yo contaba más con él que con mi padre y mi madre. No me dí cuenta que Fabio era y es un mero y memo PRIMO.

1 Comments:

Blogger fabio said...

cualquier parecido con la realidad es pura y mera coincidencia. No hay nadie tan perverso.

12:31 a. m.  

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