lunes, marzo 21, 2011

DESTINO OCULTO: mi único tesoro

O la rebeldía ante Dios. Porque Lawrence ya lo sabía de antemano: nada está escrito, ni para Lawrence, ni para Matt Damon, ni para Fabio, ni para nadie. Porque es el elixir de juventud igual igual que el amor, siempre que te hace sentirte jóven, lleno de vitalidad, lleno de ganas de vivir.
http://www.youtube.com/watch?v=-oqzpOZPd8Y&feature=related
Ya lo sé, últimamente estoy mucho de atrás para adelante con Antonio Vega; y es porque me acuerdo que los últimos años antes de fallecer le fui a ver unas 3 veces. Todavía le tengo en la memoria, como antaño, supongo que con su muerte algo murió también dentro de mi. Ahora, a altas horas de la madrugada, me siento a disfrutar de la mediocre película basada en P.K. Dick. Y es mediocre porque solo 20 folios de novela nunca pueden dar para hacer un film yankie. Sería de la misma forma hacer una novela del “discours du methode” de Descartes. Imposible.
No obstante, me ciño al sentimiento de rebeldía ante la rotura del amor eterno
http://www.youtube.com/watch?v=lpWhWhK6gSM&feature=related
“Suena un despertador y él da la vida sin ser Dios por una antigua vocación”. Y es que Dios, el hombre y la historia nunca están a su libre albedrío. Mi gran amigo dice y sostiene(y cito textualmente): “todos estamos conectados, somos todos partes de un mismo ser y no se puede escapar a nuestro propio destino”. El destino marca nuestras vidas pasadas, presentes....pero nunca futuras. El futuro está en nuestras manos y no está escrito. Ésta es la razón por la cual los políticos compran y cambian el futuro, el suyo y el nuestro. Pero, nunca y digo nunca podrán cambiar el pasado. El pasado sí que está escrito, ésa es su única perdición a la hora de limpiar los trapos sucios. El futuro es fácilmente comprable. ¿por qué? Porque está por llegar, impredecible, inospechado, inexorable hacia nuestro destino oculto. El destino que Dios NO tiene escrito para mi. El futuro que estoy dispuesto a labrarme. Y nadir, ni tú ni nadie me convencerá jamás que está escrito. Nada está escrito, solo los libros lo están. Incluso los e-books.