lunes, enero 19, 2009

BERGER, COMME D'HABITUDE!

Son las 11.05 de la mañana, llueve a cantaros y hace un frío helador. La calefacción del coche está al máximo de sus posibilidades y dentro (gracias a Dios) no se siente tanto el desagrado de una desapacible mañana de invierno. Ojeo desde el horizonte el monte Serantes, al fondo, cubierto totalmente de nieve mientras divinamente se perciben esas nubes altas que nos auguran una helada monumental. El radiocedé salta continuamente de pista ya que Fabio no encuentra el estribillo adecuado que tararear. Canta y canta sin parar hasta el grito pero no le acaba de convenir ninguna de las mil y una canciones que alberga el reproductor en sus tripas. No hace faltar en un coche automático y eso le permite al conductor establecer un anexo entre el tiempo que resta al juguetear con la palanca de cambios y decide acercarse un chicle a la boca entre gritos y sollozos.
¿Cómo encontrar el sitio que me corresponde en el mundo?¿acaso existe un devenir que desconozco y que está por llegar? ¿tal vez sea mi sino, mi suerte, ventura o desventura no encontrar jamás el camino, la ruta hacia la que llegan todos los seres humanos?
Animales a siniestra y edificios esclavos a mi izquierda. Hospitales con enfermos a derredor y frío en la mirada de los demás conductores. Un atasco momentáneo me permite observar con detenimiento la cara de infelicidad de una conductora en su Renault Clio. Nada más lejos de la verdad, ya que un minuto después se pone a reír a carcajada limpia…!está hablando por el móvil!
Y Fabio sigue en sus trece, intentando encontrar el sentido de la vida en las canciones, en los pequeños segundos de felicidad que nos aporta la vida. Una sonrisa malévola sale de mi interior al ver por retrovisor una pareja morreándose. Aprovechan el impasse de una décima de segundo sin atención al asfalto. Un amigo del alma piensa que no podemos alcanzar la felicidad absoluta porque nos la han vendido muy cara en los medios televisivos, pero se equivoca. El hombre jamás será feliz por sí solo. Ya que el hombre como ente etéreo nunca será capaz de ser feliz completamente , está escrito en la condición humana del ministro Malraux, se sabe desde tiempos pretéritos que el ser humano no se conforma con nada, siempre quiere más y más, se empeña en tener más y más hasta que….
¡espera! ¡ya está! El reproductor escupe una rengaine olvidada de Michel Berger. Ahora ya no importa nada, ya no me importa nada, solo la música. Tú y yo, vieja amiga que no me abandona. La soledad se lleva mejor con ella de compañera de viaje. “¡quiero cantar por aquellos que olvidamos poco a poco , aquellos que están lejos de sus casas y que tienen en sus ojos algo que hace mal. Cuando pienso en ellos, me duele!”

4 Comments:

Blogger Fernando said...

¿quiénes son aquellos que están lejos de sus casas y que tienen en sus ojos algo que hace mal?
¿a quién te refieres, a quién has olvidado poco a poco? ¿porqué crees que en sus ojos se esconde un atisbo de maldad? Puede que estés equivocado y no sea maldad lo que esconden, ¿no crees?
En cuanto a la felicidad, unos dirán que la TV nos la vende cara, otros dirán que el hombre es un animal insatisfecho por naturaleza que siempre quiere más, y otros pensarán que alguien les pone la pierna encima, pero nada más lejos de la realidad. La realidad es que el hombre puede ser féliz sin la TV, y sin dinero. Vete a África y habla con los Masai, vete al Amazonas y habla con los Xingu, vete a Australia y habla con los Avorígenes, vete a Ecuador y habla con la peña como hizo my brother, vete a Vietnam como hizo August, y descubrirás que se puede ser féliz sin nada material. La salud y el amor es lo que nos permite que gente como Santa Teresa de Calcuta viva y muera rebosante de felicidad ayudando al prójimo. ¿No será que tú no eres féliz porque nunca se te ha ocurrido ayudar a los necesitados? Piénsalo querido Fabio, el egoísmo y la envidia es lo que nos hace infelices, esa es la puta realidad.

12:03 p. m.  
Blogger Ryuchi said...

Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado..

Me admiró la gran diversidad de deseos y objetivos que pretende alcanzar el ser humano... Y por un momento me aturdió pensar en el curioso planeta donde vivía.

8:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por la música. La lluvia ha traído alguna nota hasta mi ventana. No sabía si era granizo o lamentos perdidos, que golpeaban el cristal con la furia del llanto.

11:12 p. m.  
Blogger Fernando said...

Curioso planeta en el que vivimos. Menos mal que aún hay esperanza y tenemos a Iván que ha ganado el concurso de Gran Hermano por que a la gente le gusta que cada uno sea uno mismo, que viva la diversidad, y que se mueran los políticamente correctos. Aquí hay mucho personaje políticamente correcto que no hace sino aparentar que él es bueno, que mola un huevo, que es un triunfador, que se lleva bien con todos y que ayuda asu prójimo, pero nada más lejos de la realidad. Seamos realistas con nosotros mismos. Si somos unos cabrones y nos merecemos estar sólos, si somos unos petardos y nos merecemos que nos deje todo el mundo tirado, reconozcámoslo, reconozcamos nuestros defectos, nuestras limitaciones y nuestros errores.

10:49 a. m.  

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