domingo, enero 31, 2010

DESEANDO SENTIR

“¿cómo despedirse de alguien con quién pensabas pasarías toda la vida?”es el sabor de la noche la que te indica el grado de amargura del alma humana. La vida puede llegar a ser muy amarga desde la zozobra de un desamor. Borracheras, noches con insomnio, lágrimas sin cesar. Es increíble como el ser humano puede abstraerse de sus responsabilidades, de sus quehaceres vernáculos. Pensar que te mueres para quitarte una responsabilidad de encima. A veces hay que dejarla ir. Solo quedarán los recuerdos de una vida juntos, recuerdos que creaste en la vida ajena, porque la vida comenzó cuando la conocí. Antes solo era un espejo en la pared, un muñeco en manos del destino, sin rumbo fijo.
“cause i am still in love with you” decía Neil Young como un lamento. Y es la verdad, no hay verdad más dura que esa. Ya no me fío, ya no me fío ni de mi sombra por muy ancha que parezca últimamente después de engullir cruasán tras cruasán. Al fin y al cabo solo queda la sombra y yo. A saber quién de los dos es más tonto.
Y el ser humano se deshumaniza, perdemos la capacidad de sentir básica que nos caracteriza. Es algo inédito, casi inverosímil.
No obstante los solitarios siempre se encuentran entre sí, acaban coincidiendo en la vida. De una forma u otra acaban convergiendo en una misma línea, con un horizonte común: la soledad.

“María Solt eta kastero, bi amoros zahar bero” suena sin cesar en el i-pod. Y la vida parece infinitamente absurda. Tanto sacrificio, tanto sudor que corre por mi frente, tanto correr para alcanzar los objetivos marcados por una sociedad consumista que no me he dado cuenta que mi vida está vacía. Es un vacío blanco-detergente. “amar y ser amado” mientras sigo cayendo por el agujero infinito de Alicia en el país de las maravillas. Libros que devoro sin cesar, películas a miles, música fluye como un bramido, todo eso para saber que no lo volveré a hacer nunca más. Nunca más volveré a amar, la perdida es demasiado dolorosa. Los pedazos en los que se han roto mi corazón no encajan en el rompecabezas. Una tras otra recopilo en mi memoria la ausencia de recuerdos placenteros. “mi vida comenzó y termino en el instante que la conocí y en el que la perdí”, se fue para siempre, cogidos de la mano nos separamos en el lago de la desesperanza.
Cierro los ojos y solo deseo unirme a mi padre. Ya solo queda un puto día menos para conseguirlo