HUTSIK DAGOENA....

¡qué importa si llueve o si nieva! ¡qué importa si todo se va al garete! ¡qué me importa si todo se va la mierda!
Hoy ha comenzado el declive, la cuesta abajo, el preguntarse el porqué estoy perdiendo gran parte de mi vida estudiando algo que no me gusta, que no quiero hacer y que no quiero que sea una parte importante de mi vida. Un momento en el cual todo puede derrumbarse, todo puede desaparecer, toda esperanza , todo anhelo de cambio, todo instinto de supervivencia. Una tarde de perros, un infierno en la tierra que no podía derivar si no a un fin fatalista. Como aquellos en los que el protagonista acaba suicidándose porque sus deseos de niño no se habían cumplido . Tan fácil como quitarse la vida por un ideal perdido, por un sueño no realizado.
El amor no es lo que yo esperaba, nada me ha dado salvo sufrimientos, salvo dejarme un dolor muy dentro de mi, un agujero tan hondo como el fin del mundo, un espacio baldío que por nada puede ser remplazado.
“El amor nunca nos separará”, solía pensar, pero al final fue solo el amor o el desamor lo que nos separó. La esperanza de un nuevo amor no puede sino repercutir un final inesperado de una película que YA quiero que se termine. Apesta a final hollywoodiense.
El trabajo no me ha dado, no me está dando y estoy seguro o casi seguro que no me dará lo que estoy buscando. Quizá sí, dinero, fama ,poder, pero ¿logrará acallar los malos espíritus que rondan mi corazón? ¿conseguirán como que no quiere la cosa apagar ese caos existencial que me atormenta desde que nací? Sin ti está claro que no sé vivir, y contigo igual tampoco. Esa relación de amor- odio que atenaza mi día a día. Quizá ya haya dado todo lo que tengo que dar de sí, quizá ya no exista esperanza dentro de mi triste corazón, quizá no valga para estar solo, aunque por una razón u otra siempre acabo revindicando esa pequeña parcela intocable de soledad que hace que mis lágrimas sigan cayendo, se deslicen por mis mejillas hasta la boca, sabor salado de pena que deja un aliento a amargura, liquido inexorable de poder ilimitado que abre piernas, que mueve países. Toca me da igual, y nada me importa. Como la película, “hoy puede ser un buen día para morir”.
Pero algo iba a cambiar el destino de caperucita, algo iba a provocar un vuelco de 180 grados al asunto, una nimiedad puede cambiarlo todo, una leve sonrisa puede encenderlo todo ,dar más claridad que el sol y resolver todos los problemas filosóficos existentes. Una mueca del destino va a cambiarlo todo, y cuando digo todo puede ser todo . A peor o a mejor, eso nadie lo sabe. El destino se abre ante nuestros pies y no queremos verlo. Y no nos dice que nos compremos unas Lay’s para comerlas en el parque. Más bien nos habla de un futuro cercano.
Lennon ya soñaba despierto por aquel entonces cuando un loco termino con su vida a la entrada del edificio Dakota. : “!puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único!”. Yo tambien lo sé, no era el único