LE JOUEUR D'ÉCHECS

Dándole vueltas al coco estos últimos días, no hago más que verlo más y más claro. Es una verdad que adquiero como universal ya en mi vida. Es todo un acontecimiento que haya llegado a esta conclusión tan rápido y que no hay necesitado años para conseguirlo.
Hace tiempo que estoy soñando, deseando haber nacido con un IQ(coeficiente intelectual) mucho más amplio. Desde siempre he envidiado a los jugadores de ajedrez, tan hábiles , superdotados, con multitud de jugadas al mismo tiempo rondando el cerebro, con una multitud enorme de posibilidades abiertas al mismo tiempo, en el mismo instante. Tener esa capacidad de escibir un libro en un periodo de lucidez absoluta:
1.Nietzsche al escribir "el anticristo"(otro día hablaré más detenidamente de este libro, el que más veces he leido en mi vida, un libro que solo en las manos quema, imperecedero, un tratado sobre filosofia que sigue en plena actualidad, ¿o es que la religión alguna vez no ha estado de moda?
2. Gari Kasparov en plena partida(incluso le oí una vez confesar que cada instante podía llevar a su parte occipital hasta miles de combinaciones). Es legendario ya su combate contra la máquina Deep blue. una máquina preparada (incluso mediáticamente) para vencer al hombre. Una máquina que nunca padecerá el complejo de Edipo al matar a su creador desde el punto de vista del juego. Todavía no hemos llegado al tiempo en que una máquina gane al campeón de campeones, aunque esto también merece otro tratado filosofico.
Como el del libro de Stefan Zweig, "el jugador de ajedrez", otra joya absoluta.

Tantos y tantos ejemplos me vienen a la boca ahora mismo que no acabaría nunca de redactarlos.
pero volvamos al tema del apotema, el dilema de "AUMENTAR LA CAPACIDAD INTELECTUAL". Es una quimera, pero si algun día lo consiguiesemos , sería nuestra perdición. Sería el acabose, el fin, finito, game over. ¿pero porqué?
Ahí está el quid de la question:
Si aumentasemos el intelecto, supongamos duplicarlo, podríamos en teoría tener una capacidad mental tan poderosa que asustaría. Eso no es lo más acojonante, sino que nuestra rabia, nuestro odio saldría a la superficie de una forma u otra. Porque siempre sale, tarde o temprano. Las consecuencia inmediata es bien sabida: autodestrucción. No cabe otro sentido . tarde o temprano acabaríamos autoliquidandonos. Nos sobraría todo en el planeta, e incluso nosotros mismos seríamos un estorbo. Fácilmente subsanable, pero un estorbo.

Despues de esto, solo puedo acordarme de aquella película maravillosa: "au revoir mes enfants". Es inexplicable , pero así vivo mi vida. No me la echeis por tierra, !es lo último que me queda!
Teorías antijudías, jugadores de ajedrez, teorías paranoicas sobre la aniquilación de la raza, música clásica en el reproductor, un buen libro en la estantería, un tablero de ajedrez en internet, Edipo rey encima de la mesa, se abre de repente, el juego empieza...