UN CADÁVER YA PROCESADO

2 horas hace ya que he ojeado el periódico( digamos mejor ,panfleto informativo) y todavía sigo mudo, por no decir perplejo. La razón no puede ser otra que el lamentable suceso de la T4 de Barajas. He escuchado opiniones de diversa índole estos días, en distintos idiomas y con múltiples tonos , pero hoy me he percatado casi sin quererlo de la triste realidad. No es la cantidad de explosivo, ¡no! , nada que ver con la ficción, no eran 21 gramos, sino casi 1 tonelada. No ha sido tampoco la nota discordante de nuestros políticos más interesados de barrer para casita que de hacer autocrítica. Más preocupados por el estado de derecho, por el devenir del proceso, por la vuelta sin mayor tardanza a la normalidad.
Tampoco han sido las pintadas nocturnas que nos informan de un “descontento generalizado del pueblo vasco” , ni mucho menos. En ningún caso he perdido ni un segundo de mi existencia mundializada en reflexionar sobre todos los títeres televisivos que inundan la pantalla chica, ni los informativos a pie de desastre, ni los actos silenciosos de nuestros ediles electos. Nada de eso me ha hecho conmoverme. Nada de eso capta mi interés. Y fíjate que lo intentan los cabrones de los periodistas busca primicias. Ellos sí que son unos maestros en la búsqueda la lágrima fácil, pero no han roto mi muralla. Ni un rasguño .
Lo que realmente me ha llevado el alma a los pies he salido solo de una cifra, de un número válido , ya que las matemáticas no engañan y menos las que llevan a la agonía. Y es que 5 MINUTOS , según el forense de turno, ha tardado el sudamericano en irse al otro barrio. Y no ha sido a Vallecas o a Fernandopo, sino al barrio del que nadie ha vuelto para contarlo. 5 MINUTOS entre el derrumbe de una terminal de aeropuerto sobre su coche y la parada cardiorrespiratoria. Yo lo sé, tu lo sabes y creo que hasta el más insolente de los mortales entiende que 5 minutos en una situación crítica puede durar más que toda tu vida de excesos y bienaventuranza en los brazos de tu amada. Para más INRI, por no decir recochineo, este inmigrante no había vivido en la opulencia, sino en la más tremenda de las inopias.
¿cuánto tuvo que sufrir este chico en aquel instante?¿estaba consciente cuando se acercaba la muerte?¿intentó pedir ayuda? ¿pensó en su familia o quizá en su esposa, amante, o en sus hijos? 5 minutos dan para mucho en la autopista de la información, más que una vida robada. Ahora sí, nos echamos las manos a la cabeza.
-Presidente del ejecutivo español: nos ha pillado de sorpresa, no pensamos que esto pudiese pasar...
-Jefe de la oposición: ¡nosotros ya lo advertimos!!os lo dijimos!
-Presidente de la CAPV: ahora hay que retomar mi plan , la decisión tiene que ser de todos los vascos unidos, cuan piña enlatada
-Representante de la organización abertzale: ¡ahora más que nunca hay que impulsar el proceso de paz!
Yo solo me pregunto por esos 5 minutos antes de sucumbir y postrarse ante Dios TODOPODEROSO.
Ellos no los han sufrido , ni los políticos, ni los ciudadanos españoles, ni los vascos, ni los que apretaron el detonador o los que mueven las teclas del sistema capitalista. No han estado debatiéndose por su vida sabiendo que toda resistencia era inútil. A posteriori todo es más fácil de analizar por los tertulianos con un café y un croissant en la barriga. Unos opinan que era solo un sucio sudaka, otros se preguntan perplejos que hacía allí, a esa hora y en ese sitio o en que lugar se enamoró de ti. Unos ya lo han denominado “santo post mortem “, otros víctima del terrorismo. La gente de mi entorno no se muestra muy preocupada y es totalmente lógico y comprensible porque a ellos toda esta farsa no le afecta en absoluto a su equilibrio vital.
Digan lo que digan, cuando a una persona se le obliga a dejar este mundo antes de tiempo , con premeditación y alevosía , sufrimiento enorme y a nadie le importa de veras, es que TODO VA BIEN. Me congratulo por ello, ya somos un poco menos humanos.
Binfer me decía ayer que si a la gente le diese por dirigirse en manadas a centros de ayuda , el sistema quebraría sin remisión alguna. Más concretamente se refería a los cimientos de esta sociedad.
Eso, querido amigo, no va a pasar ni por asomo. Me apuesto el café y el croissant....