ESTOY VIVO

Y Mari mar es la solución a todos mis problemas. Ella me va a hacer la vida más fácil, el mundo será más agradable a su lado y todo lo que parece una situación peligroso se tornará en una simple anécdota. Ella hará que la pandilla de hijos de puta que anidan en este planeta se pongan a mis pies, porque ella va a saco y peleará contra viento y marea por mi y lo más importante, por mis INTERESES. Nunca antes me había sentido más tranquilo, ya que ante los tiburones , Mari mar sacará el arpón y se lo clavará en el pecho de la desesperanza. Me encanta esa parte de la democracia. No tienes que defenderte tú mismo, basta con que contrates a alguien para que pelee por ti. EL mundo ahora funciona así y yo solo me aprovecho de la situación reinante. Aunque no sé si es un reinado o dictadura, pero las alabanzas a un mundo justo y legal se contradicen con la retahíla de palabrería que he utilizado hasta ahora. La chica solo dijo “es el destino” y quizá lo sea. También es posible que sea el destino el que me haya llevado hasta Mari mar. Mari , es y sigue siendo el ente sobrenatural y más allá de lo terrenal que adoraban los Baskones en los años pretéritos. Mar u océano es la fuente de todo poder en la tierra. Ambos pueden dar lugar a equívocos pero incluso el destino se equivoca. Es curioso como el destino hace que hoy vivas y mañana mueras. Como la vida se torne fácil o complicada con un golpe de volante, como te sientas feliz de estar vivo o muerto de miedo. Tan fácil como enamorarte a primera vista de una chica preciosa que te dedica una sonrisa cada mañana. Cada vez que haces el amor. O tan difícil como esta maraña de pseudo política que pende de un hilo, un sistema caduco para unos seres antiquísimos que se creen superiores e indestructibles. Pero en un momento, en una fracción de segundo todo cambia y la vida cambia . Hacia lo malo o hacia lo bueno. Es casi imposible acceder al conocimiento absoluto pero lo seguimos intentando día a día. En mi caso no sé si dar gracias a Dios por seguir vivo o lamentarme de no haber ido a reunirme con mis seres queridos. Una contradicción así bien vale esperar. Habrá otra ocasión para abandonarlo todo. Solo hay que ser paciente que la muerte se postrará ante mi puerta. O delante de mi automóvil. Es un misterio esto del destino. Un día estás aquí y otro también. ¿Me habrá hecho Dios una mueca? Ahora llamo a mi abogada para que me concierte una cita. Ella lo sabe todo, lo soluciona todo, no hay porqué preocuparse....