ANTZEMATEN DENA EZ DA DIRUDIENA

3 éxitos , uno tras otro, es de lo que he podido disfrutar esta semana prenavideña. El comienzo no pudo ser otro que con “el corsario” de Lord Byron. Un libro de una época pasada con personajes totalmente fuera de su tiempo y sobre los cuales nadie se acuerda. Hacía mucho mucho tiempo que quería disfrutar de su compañía. Nada más terminarlo tuve la sensación , equívoca 100% , de escribir unos poemas. Poemas salidos de una mente perturbada, pero renglones ( torcidos de Dios, gracias maestro Torcuato) llenos de sentimientos y fluctuantes como la vida misma. Ya que es con lo que sueño cada noche, con lo que suspiro cada instante.
Segundos después otra joya más contemporánea caía en mis manos: “la casa de muñecas “ de Henrik Ibsen. Su fama y solo su fama feminista ha hecho que acabe leyendo esta obra de teatro, magnifica en cuanto a las formas, pero según mi punto de vista con mucha falta de contenido desde el principio al fin. Es justo decir que el portazo final suena a venganza. Venganza de la mujer contra el hombre dominante. Solo decir que esa dominación está llegando a su fin para regocijo de unos y amargura para otros. El portazo es la clave. Dolor en el alma con un sonido estrepitoso de una puerta maldita que da sin lugar qué pensar.
La tercera pequeña gran maravilla no podía ser más que una historia de amor. Porque realmente es de lo que va este rollo llamado vida. Ayer reviví el placer de una sátira preciosa de la mano de Nani Moretti con su filme “Aprile”. Yo también quería tirar recortes de mi vida al aire, deshacerme del pasado a bordo de una motocicleta mientras recorro la ciudad eterna, gritar de alegría. Lo cual nos lleva al tercer éxito encadenado de la mano de Edmond Rostand. Y es que cyrano es mucho más que un poeta, mucho más que ,como diría Quevedo, un hombre a una nariz pegado. Él ama y se siente. Él siente y lo expresa con una verdad cristalina a modo de verso. Este marsellés sabe como nadie como es el amor. Sus palabras llegan al alma e incluso más lejos. No hay nada como el dulce hogar del amor compartido y nada más amargo que amar sin ser correspondido. Es una oda a la vida en forma de verso, equiparable sin lugar a dudas con el gran Lorca , que no deja a nadie indiferente. Ni Shakespeare lo explicaría mejor: “Amar o no amar, esa es la cuestión”
Y este ha sido el viaje, de Conrado el corsario al Helmer, el marido insolente. Y de allí a Monsieur de Bergerac, o más bien Monsieur Rostand. El alma de los desangelados, el corazón que hierve , las palabras hechas arte. Y es que el arte tiene mucho que ver con el corazón