viernes, febrero 02, 2007

HORI BAI DALA HERRI POLITE!!!!













El destino ha hecho que mi vida por momentos acabe en una villa pequeñita de Bizkaia durante una semana y media, total 11 días. Podría ser toda una condena, pero en ningún momento así lo he sentido: ¡ha sido la suerte!. Todavía no sé si ha sido mala o buena, pero seguro que ha sido la suerte. Una serie de carambolas inimaginables me han hecho preso del destino de mi vida, lo cual no es nada extraño acostumbrado a que me depare momentos inexplicables y circunstancias impensables. Todo un reto para un urbanita, toda una nueva experiencia para un soñador envejecido por el paso de la vida y que no esperaba sino disfrutar de otra nueva experiencia que colocar en el currículum (bastante inconexo, por cierto) que no deja de agrandarse con más y más tonterías. Igual me siento demasiado cansado para criticar nada o a nadie, pero es que últimamente me siento muy poco utópico. Algo ha cambiado dentro de mi, y estoy seguro que no padezco ninguna enfermedad degenerativa que me impide ver las cosas con extremada claridad. El día que yo creí que nunca llegaría ya llegó hace muchos años. Para más INRI me rió de mi mismo y no me resulta complicado establecer un patrón de actuación cómica con respecto a la vida que sostengo a pulso desde que abandone el estadio de imberbe mocito que no sabía de qué iba el rollo. Hablo del rollo de la vida, trabajo sacrificio , esfuerzo, sudor y lágrimas para sentirse acabado en la barra de un bar, añorando siempre los tiempos pasados y creyendo que nunca jamás volverán. Y es que nunca volverán, pero me he vuelto práctico. Tan práctico que ni mi padre me reconocería. Que ni mis amigos me reconocerían. Doctor Jeckill y Mr. Hide de un mundo histriónico hecho a la medida de un chupa-sangre que vuela por la noche en busca de víctimas. Y mi víctima ahora se denomina Bermeo. No podría ser de otra forma, en eusquera y con el bendito transporte púbico. Huele a mar, el frío se introduce por cada poro de la piel y la humedad es tan grande que no me deja concentrarme, no me deja pensar en quién será mi próxima víctima, ya que los parásitos sólo piensan en la próxima víctima: ¿será Bilbao o igual Gernika? Más bien será un ciudadano del mundo o un urbanita, alguien que no haya perdido todavía esa parte de humanidad que atesoran los grandes intelectos. Alguien que quiere chupar un poco de sangre por mi…es que yo ya estoy cansado, incluso de chupar y chupar

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Está muy bien ser práctico, es una manera de controlar tu vida como otra cualquiera. ¡Si no te gustan las emociones fuertes sé práctico!
El pueblecito de Bermeo es tan bonito...no te parece que a pesar de las cosas malas de la vida tú en el fondo eres un afortunado: ¡mira qué foto nos acabas de poner aquí en el Blog! Pregúntale a Marsaas a ver si no envidia tu accesibilidad hacia el mar, el bonito clima del que gozamos todo el año, los servicios de la gran ciudad, la casa que tienes, la gente que te rodea, tu trabajo...estás a punto de conseguirlo...en fín, no digo que a mí me vaya mal, a mí también me va muy bien pero digo que hay que aprender a disfrutarlo a tope: CARPE DIEM!

9:08 a. m.  

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