¡Qué decepción Agamenón!

Electra, quién te ha visto y quién te ve. Ver una ópera de nivel con artistas vestidos de calle, haciendo una nueva versión dónde mueren policías autónomas vascas o , por poner un ejemplo, aparecen adolescentes hablando en castellano al principio sin saber si es parte de la ópera o si era una concesión de la ABAO para con nuevos intérpretes. Flotadores sosos, historia trucada, actores con pantalones vaqueros…!no he entendido nada de nada! ¡Y eso que sabía de que iba la historia!. Es la peor ópera que he visto en mi vida. Lo siento pero estas nuevas tendencias de cambiar lo clásico y modificar la historia a “los tiempos que corren” no me agrada. No me gusta que la ópera clásica parezca un circo de feria, no me gusta que un cantante de ópera aparezca en chanclas de playa o que se largue un monólogo neo-contemporáneo con metralletas de ficción que no son para nada creíbles, ¡qué sopor!. No tiene ritmo, no tiene pasión , no tiene sangre, los cantantes no se lucen, la historia no engancha. Recuerdo que el año pasado se representó otra obra de Richard Strauss manteniendo el formato original, manteniendo el vestuario original, lo clásico es clásico. No obstante, ELLOS alegan en su defensa que soy purista , que hay que adaptarse a los tiempos que corren, e incluso (y eso es lo que más me jode)…QUE NO ENTIENDO. ¿Quiénes son ellos para justificar su fiasco con mi incultura? ¿Tienen ellos la verdad absoluta de la ópera? Pena, penita pena. 4 horas en el auditorio que se me hicieron eternas, he sufrido pero no de placer. Aburrida, sin enganche. Nunca, ni en mis sueños más amargos , pensé que tendría ganas de abandonar el patio sin contemplaciones, sin mirar atrás. Actualidad penosa. Lo único que salva la actuación es el mal día que ayer padecí. En realidad no fue un día muy afortunado, como Elektra. Hace mucho tiempo que leí a Sófocles, muchos años atrás…. Cuando todavía era jóven