miércoles, octubre 17, 2007

Teorema del amor



Existe un teorema inexplorado sobre el amor , tema tratado desde el principio de los tiempos, desde Ovidio hasta l’amour fou francés. ¿Dónde empieza el amor verdadero y termina la pasión? Nos dejamos llevar por los instintos cada vez que necesitamos que un cuerpo femenino o masculino se acurruque entre nuestros brazos. Pero no solo nos contentamos con encontrar el calor de un ser humano a nuestro lado por las noches, más bien queremos que en cuerpo y alma se perpetúe a nuestra vera, que sufra y sienta con nosotros, que sea la prolongación de nuestro sentir. Queremos que sea “TODO NUESTRO”, QUE LO COMPARTA TODO, la vida y la muerte. Que muera por nosotros y que viva para cumplir todos nuestros deseos, carnales y metafísicos. No obstante, ¿Cual es la fuerza que impulsa este anhelo? No existe en otro mundo animal esta fuerza del corazón. Ancianos que mueren de pena tras el fallecimiento de su pareja vital a los 90 años, sentir a Dios a tu lado cuando estás enamorado, y….¿porqué no? Sentirte Dios abrazado a la mujer de tu corazón. Es toda una sensación placentera que nos lleva hasta el cielo, pero luego inexorablemente llega el temor. Temor por perder el amor, terror por perder a la persona que se ama con locura. Es un “sin vivir” que no nos deja pensar, un sentimiento que nos deja colgados a mitad de camino.
Hablando del miedo por perder a alguien querido, también existe el apasionamiento desenfrenado que puede acabar con cualquier futuro de relación que sea prometedor, o por lo menos con un futuro esperanzador. Esa fuerza que acaba con toda relación:
MI TESIS DESDE HACE AÑOS ES LA SIGUIENTE:
Toda relación comprende tres factores.
El que depende de mi persona
el que depende de la persona que amo
la intrínseca a la pareja, el hábitat, o las circunstancias ajenas a la pareja en sí misma
Por lo cual mi índice de responsabilidad ante cualquier desdicha dentro de una relación tortuosa es solamente 1/3. Ese es mi límite ante las adversidades, lo que separa el arreglo de un posible contratiempo, con el fracaso, hundimiento o final del amor. Y es que el amor, tal como lo conocemos fue sabiamente analizado por los más grandes filósofos. El amor y la muerte. Conectados por y para siempre. Un sentimiento que es más grande que la vida y la muerte. Un amor prevalece en el tiempo como un roble fuerte. No debe quebrarse, ni rasgarse, no debería estar en apuros. 1/3 de apuros, un tercio de responsabilidad, un tercio de conexión. Cuanto menos doloroso.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Puede ser que sólo tengas 1/3 de responsabilidad por eso surge el miedo y el terror de perder a la persona que se ama con locura que tú comentas, debido a que no eres reponsable de lo que pueda pasar en los otros 2/3 de la conexión. Recordemos que todos tenemos miedo a lo que no podemos controlar: la muerte, la naturaleza, etc. de ahí también la conexión entre el amor y la muerte. Sin embargo los instintos pasionales, los deseos carnales no deberían mezclarse con el amor ni con la muerte, en todo caso siempre serán cosas diferentes creo yo.

12:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Genial!, te acabas de quitar de encima 2/3 de probables-posibles responsabilidades... así cualquiera toma decisiones.

La metafísica no es científica, ergo, mezclar porcentajes con amor, le hace un flaco favor a toda esa filosofía que has leído.

La vida, la muerte, el amor, la desdicha, la esperanza, la culpa, la compasión... todo son momentos aquí y ahora; trasladar estas realidades fuera del ahora, nos conlleva a perturbar y distorsionar la realidad, obteniendo tan solo ecos de miedos y temores, al no ver claramente lo que tenemos delante de nuestra alma, que es simplemente, el "ahora". El futuro y el pasado pertenecen a la memoria y a la imaginación. el resto de variables, tan solo le pertenecen al alma, y no son extrapolables a tiempos diferentes al ahora,pues el alma solo habita un segundo cada segundo. Esta es mi tesis.
Vive el momento con pasión, tu cerebro es dueño del pasado y del futuro, pero el ahora sólo pertenece a tu alma.

9:16 p. m.  

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