lunes, febrero 26, 2007

AMODIOA EZ DA MATEMATIKA, ANTZA DENEZ




Salta a los ojos que la vida me sonríe. Cualquiera que tenga los ojos abiertos,cosa dificil de creer en un ser humano contemporáneo, se puede percatar de la fragilidad de mi corazón y la facilidad que supone para los seres más queridos que se agolpan a mi alrededor hacerme daño. Hace tiempo que dejé de ser un témpano de hielo para pseudo parecer un ser humano que siente y padece lo que sucede a su alrededor. No es que en el pasado hay querido dar pena o hacer sentir a mi semejantes que la vida no me estaba tratando del todo bien, que era demasiado pusilánime para afrontar con garantías el resto de mi futuro petulante(sí, sí cada día más pedante e insoportable) y encarar día a día un pasado triste que DEBE tornarse alegre , en un campo donde aparecen poco a poco ciertas margaritas de primavera. Huele a césped recién cortado en mi corazón, “mi pequeño principito “ ha dejado de buscar como loco planetas que conquistar…En resumen, a simple vista todo va sobre ruedas. Digo a simple vista, porque nunca va todo perfecto. Todos sabemos , sobre todo Binfer, que la perfección no existe. Él me incita con sus sabias palabras a “no esperar nada” de nadie y vivir el presente , nunca olvidando el pasado y mirando de reojo el futuro, pero siempre con ilusión. Por alusión a mi pasado reciente, solo querría recalcar que en ningún momento lo he vivido como “borrón y cuenta nueva”, intento aprender de mis errores y recapitular en frío se ha convertido en una de mis pequeñas obsesiones. Ahora me siento en la necesidad imperiosa de analizar mi miedo RACIONAL, constatar la evidencia de mi existencia banal y concluir con éxito mi única razón para la cual reconozco que fui engendrado: dar y recibir felicidad. Porque ahí esta el quid de la cuestión, en ser feliz y tratar de hacer felices a los demás. La muerte casi me hunde y creo que no se me puede reprochar nada. He intentado reiteradamente agarrar el toro por los cuernos y voltearlo. Vencerlo con sus propias armas, que caiga desesperado y tornarme victorioso ante la adversidad. Nunca dije que la vida fuese sencilla, sin oque no sabía que me iba a golpear con tanta crudeza. ¡nunca lo pensé!, de veras. Ahora que me siento más fuerte, anímicamente hablando, me veo con fuerzas de encarar el destino de mi vida. Solo hay uno: amar y ser amado….¿ o es que hay algo más?

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hay algo más, que un amigo te reconozca el esfuerzo. Fer y yo te lo reconocemos. Ya solo te queda transitar por el camino que decides en cada momento. Lo más difícil de la vida es darse cuenta de que no hay nada fácil, aunque así nos lo intenten vender...

Un abrazo.

9:39 a. m.  
Blogger fabio said...

ya sabes que es el RECONOCIMIENTO lo que siempre soñé. Nada más que el simple y mero respeto por un trabajo bien hecho. La constatación de un hecho, pero ya no me preocupan esas cosas. Solo deseo que los sentidos se impongan a todo lo demás. Reconocerme ya lo hago yo todas las mañanas en el espejo:
- hola, qué tal?
- bien, tirando
- parece que te reconozco..¿eres el de todos los días?
- va a ser que no, ya no soy el que era antes, más bien un pobre insensato que disfruta leyendo poesías de amor, fábulas de inspiración perpetua...
-!pues ya no me gustas!

9:43 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ummm, vaya conversaciones delante del espejo... no se, no se. Señor Fabio echaba de menos una nueva incorporación al blog y como siempre está de hoy que pinta de ser optimista denota una cierta de necesidad por autoconvencerte de tus propias palabras. Estoy deacuerdo con Binfer en que en esta vida todo cuesta y quien nos dijo que las cosas son fáciles está claro que era amigo del inventor de la comida congelada. El obtener reconocimiento por parte de los demás, incluso porque no decirlo de uno mismo está bien, pero que muy bien, para 2 minutos, pero en mi opinión lo importante consiste en sentirse bien con uno mismo. Ahí está la clave y quien lo consigue la mayor parte del tiempo tiene otro ingrediente más para sentirse feliz y poder hacer felices a los suyos. Es decir, el reconocimiento no como un fin, sino como una consecuencia. Saludos compi!

1:13 p. m.  
Blogger fabio said...

pero, ¿y lo guay que es que el resto del planeta te halague?¿te diga lo bueno que eres y lo que vales? ¿es que eso no cuenta? el reconocimiento es lo único que cuenta cuando te mueres, lo que queda de ti cuado todo termina. Por eso todos nos acordamos de Flemming cuando nos vamos a acostar y no de Dios. Si no fuese por el descubridor(lo hizo de suerte acojonante, ni él se lo creyó!) de la penicilina , yo ya estaría muerto, y tu! y tú! ...

12:00 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home