lunes, abril 30, 2007

PUNTO Y A PARTE


It’s over! Pero me considero con el síndrome POSTexamén . Eso significa que me despierto a las 7.30 con ansías de ponerme al tajo, sin pausa y con prisas. Es lo que sucede cuando al cuerpo le metes una sesión triple de estudio endulzado con una pizca de sufrimiento made in FABIO. Y es que para esto de la flagelación soy todo un experto. ) horas efectivas de estudio diario me hacen lamentar mi perra suerte de 10 minutos mal aprovechados de desayuno baldío. Hasta la tortilla me sabe amarga si no está acariciada por legislación administrativa. Lo más curioso de ser científico es que en la administración a NADIE le importa un comino hasta que no estas enclavado en un puesto de categoría A. Para más INRI, acabo de terminar y ya estoy pensando en la siguiente batalla. Va a ser, lo auguro desde mi silla azulita recién comprada , más sangrante que la de las Termópilas y supongo que ciertas legiones de neuronas caerán en el camino hacia la gloria.
A pesar de estos quehaceres cotidianos, siempre queda tiempo para la compasión ( mejor cuando se le añade el prefijo AUTO) y porqué no, para la filosofía. Porque el hombre es filósofo por naturaleza. Miles, millones de preguntan me atenazan cada día por la calle, me estremecen hasta estrujarme el poco sentido que me queda despajes de tanto dolor, me dejan extasiado, abobado…
“el dolor cuando es por dentro es mucho más fuerte. Además, no se cura con decírselo a la gente….” ¡Falso!, nunca se irá, ¡nunca! pero ayuda, te hace el sufrimiento un poco más llevadero, no te retiras cada día buscando no sé cuantas excusas. Excusas para seguir un nuevo día, Excusas para levantarse cada mañana bajo un cielo azul, motivos infundados para soportar el paso lento de las hojas del calendario, cuando sabes a ciencia cierta que nunca será lo mismo, que tú has cambiado y que la vida ya no la ves de la misma forma, que cada mañana sabe distinta, que lo cotidiano no crea más que dolor, algo nunca imaginado y sólo apreciado cuando las cicatrices ya no supuran con un color blanco pus que no acaba de tomar color carne. Quizá ya nunca tomará de nuevo ese color….no es la primera vez que lo diga y tampoco creo que sea la última, “ la vida no es lo que yo esperaba que fuese”. Ya sé que para ti tampoco, conozco tus problemas, me sumerjo en las profundas aguas turbulentas de tu corazón, sé por lo que estás pasando, el amor tampoco era lo que pensabas, lo duradero algún día se acabará y entonces , ¿qué harás , entonces? ¿a dónde irás? Ya no te puedes refugiar en las faldas de tu madre, ni en las de tu padre, hace tiempo que murieron. ¿quién te va a acariciar los cabellos morenos diciéndote al oído que todo va a salir bien? Intuyes que todo va ser un fracaso y que sufrirás más que nunca , pero no quieres saber la verdad, no deseas conocer los entresijos de la soledad. No de nuevo. Prefieres enfrentarte al miedo acompañada, encarar el futuro en compañía, en aquella que no te falla. Quedarán muchas batallas por pelear, seguro que perderemos otras y serán peores , mucho peores, sabrás que sangrarás utopía pero ya no habrá marcha atrás, pas du tout!. El mundo dará vueltas, eso es la única verdad absoluta que presupones. Ilusiones es lo que nos falta, lo sabes tú y lo sé yo. Seremos capaces de ganar y de perder, estaremos a tiempo de abrazarnos, pasar las penas juntos, ser felices en nuestra justa medida. Un poso de felicidad, añoramos un resquicio de paz…