DREAM ON

CAN YOU FEEL A LITTLE LOVE? reza el estribillo de esta maravillosa canción de Depeche mode, o más bien Dêpeche mode, o modo rápido, o con prisas que son las que tengo por abrazarme de nuevo a la 3ª mejor cosa que inventó el hombre: la opera, muy por detrás del preservativo y de la televisión. Yentonces es cuando el tenor salta a escena y canta Nessum dorma . Hace años que anhelo ver en directo Turandot, mi amada princesa china, y el sábado a las 20h( sino me muero antes de la fecha señalada) lo conseguiré. Nada me lo impedirá, ni siquiera una comunión ante Dios nuestro Señor. Y entonces suena en mi cerebro la frasecilla que rezuma maná del olimpo de los Dioses griegos.

Paying debt to karma
You party for a living
What you take won´t kill you
But careful what you´re giving

Y excita el seguir soñando con el olimpo, seguir sintiendo su calor en tu piel, el ardor de la frescura del propio sexo. Porque, si todavía no os lo he comentado, la opera es uno de placeres que te pueden repercutir un orgasmo cerebral. La piel se te pone de gallina, te sientes morir, sonries y te sientes vivo, aunque sea solo por una vez. ¿puedes sentirte un poco amado? te abraza y sientes fiebre cuando hace frío. El dolor es más grande que el puro placer, mientras una tierna sonrisa se escapa de tu gesto asustado. ¿realmente eres un poco feliz?
Y volvemos a la oscuridad a la vez que sientes que duermes. No es pesadilla, no es un sueño normal. Son las trompetas del cielo que me cubren de felicidad. Las puertas del rey de Persia se abren para mi, el heredero del placer, del verdadero karma. ¿pagamos un precio excesivo por la mera supervivencia?

R.I.P. ¿descanse, pero nunca en paz?

No es fácil saber dónde estriba la verdad del asunto, cual es la intención suprema del destino que sobre nosotros se avalancha hasta dejarnos exhaustos. Miedo de mirar atrás y ver no hay nada en un futuro, salvo el pasado. Poco sé de la vida que me espera cuando seamos adultos. Nada comparado con el miedo a crecer. Querer y no poder, saber la verdad del asunto no le resta importancia ante Dios o ante la sagrada virgen. No le quita hierro al asunto ni al último fin u objetivo que nos ocupa y preocupa. Tenemos pavor de saber la verdad, tenemos miedo de reconocer ante lo que nos enfrentamos. No es otra cosa que el fracaso del ser humano, incapaz de reconocer cual es la situación que le atenaza el alma. La ambición ha ido creciendo hasta convertirse en cáncer, en hielo de nuestros corazones. Y como en esta vida no hay dos sin tres, la soledad es cada vez más grande en las ciudades, el fracaso de la existencia acaba cuando sucede la muerte cerebral. El frío no es el problema, sino los cristales que se forman al bajar la temperatura. Los cristales cortan y rompen las células y entonces es cuando todo se acaba, todo se descompone porque el agua se transforma en hielo, cuando el corazón se para y los cristales rompen la vida celular, todo acaba y termina por convertirse en muerte. Y es al fin y al cabo lo que más nos preocupa.
Entonces, ¿ es éste el momento de analizar el problema? La vida es una competición, de pisar o ser pisado, de pasar por encima de cualquiera a toda costa, de ser mejor que el resto para poder alcanzar el objetivo. No hay ser humano que no se horrorice ante los pensamientos de Nietzsche( nadie los conoce realmente) porque son SU verdadera realidad. Primero te pongo el calzado en la cara y luego me comentas tus ideas. Aunque solo existe un instante en el cual este castillo de naipes se viene abajo: cundo ya no puedes pisar más y necesitas algo tan sencillo y simple como….¿ayuda? entonces, ¡ay amigo! Nos volvemos de nuevo cariñosos y afables, deseosos de ser de nuevo aceptado entre los pobres indolentes hijos de mala madre que detestamos. Porque ya no vale con tener dinero o poder, ya no vale con pisar el callo del vecino o del compañero de trabajo, o del conductor de autopista o del lector de biblioteca. No importa dónde ni cuando, nosotros lo queremos YA, para AYER y sin demora por favor.
Me da asco pensar así, me da pena sentirme así, pero es que no hay otra explicación al malestar, no hay otra salida que vomitarlo todo, que echarlo fuera, al exterior sin esperar ni un solo segundo más.
Llegar y abrazar la fe perdida, eso es lo que anhelo. La fe en el ser humano perdido. Cada uno a lo suyo, el puto egoísmo. Cada persona se dirige a lo suyo y la conciencia popular está más abajo que nunca. Roza el infierno. Pero nada, a sonreír, a aparentar felicidad máxima, a vivir un engaño que guste a todos, y a las espaldas a criticar al vecino y si le acontece alguna desgracia, MEJOR QUE MEJOR. La amistad está muerta. No Dios, ni la virgen que anidan en nuestros corazones( son solo nuestros, como la soledad) , es el sentimiento humano el que ha perecido. Muerto y enterrado y que no despierte jamás que huele a podrido. Los lazos queridos que resurgen solamente cuando nuestra vida está llegando a su fin. Entonces, y solo entonces es ya demasiado tarde. El haber sido un hijo de puta toda tu vida, no va a cambiar cuando fallezcas y te entierren a 2 metros bajo tierra. Lo intentaste hasta el final, intentaste convertirse en un ser humano, fracasaste y punto pelota. Ahora ya, es demasiado tarde. No hay marcha atrás, pas de retour! ¡Réquiem por la humanidad!

Bat-batean isilpean sartzen naiz nire oroitzapenetan, isil- isilik inori izorratu nahi barik. Holan pakean hiltzen da, lasai baten datza laguntasuna.