domingo, febrero 14, 2010

SIEMPRE COMO ESTE

“I'm not whole, Oh you waste it all”

http://www.youtube.com/watch?v=8MSc1ICkoJw

Estos londinenses tienen mordiente, son jóvenes y tienen fuerza vital. La vida a veces puede ser muy sencilla, se puede encontrar una solución sencilla y simple. En sí mismo, la sencillez y la simpleza conviven con la juventud, conlleva un peso efímero que es fácilmente sobrellevado. Lo viejo se puede reconvertir en joven, es una cuestión de sentimiento. “ella no puede esperar lo que yo tengo que darla”, cuando algo se ha acabado la mejor solución a veces estriba en admitirlo y seguir adelante con tu vida. Sé lo que pensareis: “esto, C’est déjà vu!, ya lo he vivido antes. Me suena a….!Kai Wong War!”. Y es que no solo suena sino que ES KAI WONG WAR. Aquellas mentiras ya no surgen efecto, ya no estoy entero, tú lo malgastaste todo.

No sé lo que estoy haciendo mal, algo debería ser porque no me entiendo con la gente. No me entiendo en el trabajo, en el supermercado, ni con los amigos de toda la vida. No me entiendo en el metro, ni en el cine. Hablamos un idioma sensiblemente diferente. Ya lo sé, la vida no es fácil, no la he inventado yo…, bla bla bla. No entiendo a los investigadores de almas que se acumulan ante mi vitrina.
C’est la façon d’en parler, crier à tous que la vie est magnifique, qu’il faut être comme Michel berger et chercher quelque chose en nous de Tennesse.

Y de repente un extraño en el ascensor deja entrever una cancioncilla, la tararea con un silbido maravilloso. Durante un momento, él no se percata que estoy allí y se siente feliz tarareando esa última cancioncilla que acaba de escuchar en el transistor. Y chapurrea entre dientes el estribillo de la canción, nunca antes tan barato había proporcionado tanta felicidad, porque la vida, a veces, es más sencilla que todas las películas de Kai Wong War.
“i am not whole, ohhh you wasted it all”. ¿ Sueñan los robots con ovejas mecánicas? Esa y mil preguntas más se han hecho sin cesar miles de filósofos en cada época de la historia. Todo es increíblemente más sencillo. Sufrir, recuperarte, volver a amar.

miércoles, febrero 03, 2010

ISABEL ET SES AFFAIRES Parte 1ª

Isabel se levanta pronto esta mañana, sabe que existe una razón poderosa para que el despertador suene antes que salga el alba. Su hijo de 2 años no podrá quedarse solo mientras ella trabaja. Hace tiempo que su marido dejó de pasarle la pensión, pero ella es una mujer del siglo XXI, dispuesta a hacer cualquier cosa por sacar adelante a su bebé. Su familia está ahí para apoyarla. No es fácil, camino sinuoso le espera nada más cruce la puerta exterior de casa. Enfrentarse a la vida no es nada sencillo, trabajar y hacerse cargo de la economía familiar. Un último vistazo en el espejo del hall le recuerda que sigue siendo atractiva. Su antiguo compañero sentimental, ese que hace año y medio que no ve, según ha oído, ya ha encontrado otro trozo de carne donde saciar su apetito sexual. Era sólo eso lo que le importaba cuando estaban juntos, aunque ella solo se dio cuenta cuando todo había terminado. Ocho años de noviazgo para darse cuenta en 3 segundos de lo tonta que había sido. Una pena, la verdad.
Pero volvemos al espejo de la entrada, esta noche tiene una cita. No se acordaba de la última vez que un hombre se le acercó con buenos sentimientos. Es un ex compañero de trabajo del supermercado. Parece una buena persona. Solo existe el problemilla que ella viene con pack movistar, y para colmo no tiene cargador universal. Se llama Xabier y es bianual. Llora por las noches como un descosido y en esta sociedad consumista se denomina engorro, estorbo, paquete. No obstante, prefiere no hacerse ilusiones. Tampoco será nada especial, ya que el dinero no es algo que sobre. Irán a cenar a un restaurante chino y después a tomar una copas por la parte vieja de la ciudad. No es cuestión de derrochar que estamos en crisis. Para tal delicada situación su madre se alegra un montón. Es la oportunidad de dejar de llorar sin cesar sobre la almohada a escondidas.
Sale de casa con el niño en brazos, tapado hasta las orejas a causa del frío. Lo llevará a casa de su madre hasta terminar el trabajo. Entonces irá a buscarlo, pasará la tarde dando una vuelta por la calle( ha oído en las noticias que saldrá el sol). Más tarde, sobre las 20 horas dejará de nuevo a Xabier en casa de su madre para que se quede por la noche hasta la mañana siguiente. El móvil está cargado de batería hasta los topes, es la primera vez que no dormirá con ella y eso le aterriza. Hace tiempo que no se trata con las caraduras de su antiguas amigas que se deshacen de su niño cuando tienen ocasión y se lo “empluman “ a sus viejos hasta que echan el hígado, los pobres ancianos.
Ella no. ¡ de ninguna manera!.
Y esta madrugada puede haber sorpresa, igual este chico no es tan superficial como los demás, o como su antiguo novio. Sobre la marcha decidirá si se lo cuenta de sopetón o espera a otra vez. Todo el mundo se hace una idea de cómo quiere llevar la primera cita. No obstante ella persiste en pensar que hay que dar una oportunidad a los extraños, siempre cautelosa pero sigue pensando que existe gente maja todavía y ya está. El trabajo es arduo, monótono atendiendo a clientes uno tras otro. Pi,PI,Pi,PI pasan una tras otra las mercancías por sus manos ajadas. Los clientes no suelen ni mirarla y si alguno se digna en hablarla es para entrarla a saco, soltando barbaridades. Ella muy profesional tiene que aguantar como una cosaca a las envestidas de los pocos salidos que se atreven a piropear de malas formas a una cajera rastrera de supermercado. Suele ser fácil capear el temporal, piensa en su niño y la necesidad de sacarlo adelante. La carrera que estudiará y las horas extras que tendrá que meter para abonarle un viaje a París para que conozca la Sorbona.
Las horas pasan y el supermercado sigue abierto. No podrá abandonar el barco hasta bien entrada la tarde. Más horas extras para los ahorros de Xabier. La subinspectora le avisa que la hora de plegar ha llegado y que se dirija al vestuario. Toda ufana atraviesa una multitud de paranoicos hasta colocarse enfrente de la máquina expendedora de ticket para fichar la salida. Hoy no se va a cambiar, más tiempo para dedicarlo a Xabier. Las cosas son como son. Rauda y veloz se dirige al metro pero acaba de perderlo delante de sus narices cuando se topa de morros con su próxima cita. No hay nadie en la estación salvo él, y la bollo que tiene a su lado. Hablan afablemente y comparten risitas perversas…